martes, 20 de noviembre de 2012

Biografías

Desde el diagnóstico he desarrollado todavía más el interés por la biografías. Leo memorias, biografías autorizadas y no autorizadas, en los dominicales me vuelvo sobre los artículos biográficos o la entrevistas, en la tele no puedo pasar por alto una entrevista o un documental sobre algún personaje... Y luego en mi trabajo. He realizado más de cien entrevistas biográficas, he analizado algunas más, leído informes y monografías que emplean dicha técnica y hasta veo en la estadística una forma de acceso a las vidas de miles de personas (ya lo explicaré). Me llama la atención el listado de personas que me ha interesado en el último año. Empecé con Billie Holliday y su Lady Sings the Blues, me interesé por Divac y su relación con Drazen Petrovic, también sobre Magic Johnson, seguí el culebrón de Armstrong, Contador y de casi cualquier otro ciclista (casi todos ellos con el mismo tema de fondo), volví a Vivir para Contarla de García Márquez, devoré la realizada por Kitty Ferguson sobre Stephen Hawking, caí en las autobiografías de Harpo, Benjamin Franklin y Mark Twain, leí el magnífico libro de Arbea Aranguren quien habla como psicólogo y también en primera persona sobre la EM (Gracias Javier), recordé la conversación de Mitch Alborn con su viejo profesor (sociólogo, por cierto) y su  bucee en blogs de personas con esclerosis múltiple, hablé con amigos que pasan, habían pasado, por otras enfermedades, seguí hablando en la puerta de la consulta, en la sala de espera para las resonancias...habría que añadir varias decenas, quizá hasta cientos de entrevistas en prensa, me fijé en mil canciones y películas ¿Qué buscaba?, ¿Qué he aprendido?. Supongo que no hay que ser un crack en el campo de la psicología para saber por dónde va la cosa. Empezaré con algunas pinceladas:
1. Si no hay control anti-doping la cortisona tiene su lado bueno. Si lo hay, siempre puedes presentar un justificante médico (lo siento, pero no puede mantenerme serio mucho tiempo).
2. Si estás enfermo, puede ayudarte salir del armario. Si no te ayuda, puedes salvar la vida a miles, quizá cientos de miles de personas si te llamas "Magic". A algunas personas puede que les ayude no hablar de su enfermedad, pero sobre estos no tenemos datos.
3. Una vida son muchas vidas, al menos si naciste entre 1706 y 1835 en los Estados Unidos.
4. El universo cabe en tu cabeza sino lo puedes abarcar con tus brazos.
5. Es importante estar en paz con los amigos y no pelearte por una bandera (el incidente de Divac en la final del mundial de Argentina). Una bandera impidió disfrutar de una gran victoria, rompió una amistad y el posterior fallecimiento de Petrovic imposibilitó la reconciliación, que Divac buscaría años más tardes en la familia de Petrovic. Una guerra de por medio tampoco ayuda. "Construir una amistad lleva años, pero destruirla sólo un segundo", "Siempre pensé que llegaría el día en que Drazen y yo nos sentaríamos a charlar... pero ese día nunca llegó".
6. Nunca navegas por el mismo río, ni siquiera cuando ese río pasa frente a Macondo.
7. No estás solo.  Siempre hay más y peor. Consuelo de tontos, estoy contento de ser uno de ellos.
8. Hay una fase de duelo, si escuchas a Jorge Drexler sabes que la tristeza también se va.
9. Todavía hay razones para pensar en los milagros de la ciencia... cuando Magic recibió el diagnóstico recibió una sentencia de muerte, hoy sigue vivo y la mortalidad por el SIDA desciende en el mundo, aunque el VIH sigue campando a sus anchas. Sería importante contribuir a la ciencia...  maldita vigencia del "¡qué inventen ellos!"
No quiero llegar a 10, continuará.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Diagnosis y metamorfosis


“Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto”. (Kafka, la metamorfosis).
Una noche ingresé con visión doble, después de varios días con una potente alteración del gusto que me hacía percibir hasta el mordisco de un limón como algo graso o muy salado. Tras las distintas pruebas, pude ir a dormir en los brazos del diazepam. Al despertar al día siguiente noté que me había convertido en algo distinto. Todavía no sabía qué era. Necesitaba una etiqueta. Pasaría una semana en el hospital esperándola. Entre otras pruebas, faltaba una resonancia magnética y en función de lo que allí se observara, o así lo entendí yo, una punción. Conforme recuperaba la visión normal, como efecto beneficioso de la cortisona (¿he dicho alguna vez que me gusta el ciclismo?), sólo había algo que seguía viendo borroso: la dichosa etiqueta, escrita con letras difusas, hablaba de una enfermedad desmielinizante. Sin una etiqueta clara Harry se veía desenfocado en el espejo (Deconstructing Harry, de W. Allen). Semanas después llegó el informe del laboratorio. La letra todavía no estaba clara, pero sonaba una música casi imperceptible, de la que poco a poco, en las siguientes pruebas diagnósticas, en la consulta, en las conversaciones, iba a poder escuchar el estribillo: “esclerosis múltiple”. Y no,  uno no espera despertar, ni siquiera después de un sueño largo e intranquilo, convertido en un enfermo neurológico, degenerativo y crónico. 

martes, 28 de agosto de 2012

Ejercicio de concentración


Vistas como están las cosas por el mundo del ciclismo, me he acercado al yoga. Me atraía especialmente las posibilidades que ofrece de competición (el chiste no es mío). Como sabéis el yoga se caracteriza por la combinación de actividad física y mental. Uno de los ejercicios de concentración que proponen consiste en imaginar un cisne nadando por un lago en línea recta. Se trata de mantenerse en “postura cómoda” (sentado en el suelo o sobre un cojín con las piernas cruzadas) con los ojos cerrados, entornados o abiertos (deduzco que lo de los ojos da igual), durante varios minutos, cuantos más mejor, pensando en la imagen propuesta. Es un entrenamiento para evitar tener la cabeza perdida, distraída o dispersa, pues una persona con capacidad de concentración elevada mejora su rendimiento intelectual, consigue conocer mejor sus emociones y evitar problemas derivados como el estrés o la ansiedad (¿me pregunto cómo demostrarán estas cosas?). Cualquiera que lo intente podrá mantener la imagen apenas unos segundos, al menos que esté muy entrenado o tenga un don natural para concentrase.
            Empiezo con el ejercicio: visualizo al pato nadando por el lago en línea recta, tras varias respiraciones yóguicas completas reparo en que se trataba de un cisne, así que le cambio el pico, el cuello y el color, y en lo esencial es el mismo animal que va nadando por un lago en línea recta (el cuento del cisne feo), a las pocas respiraciones, me empieza a preocupar lo que ocurrirá cuando llegue a la orilla (¿por qué me obsesiona siempre el futuro?), recuerdo el principio yóguico de “aquí y ahora” y sigo concentrado, pienso que la decisión la tomaré una vez que llegue a la orilla. Será sencillo: se dará la vuelta, seguirá su camino a pie o quedará encallado contra la orilla (aquí demuestro que necesito anticipar las opciones). ¿Por qué llamarán a esto postura cómoda?. En efecto, en un momento dado, el lago se acaba y llega a la orilla. Allí hay un niño rubicundo alimentando los patos con gusanitos. ¿Dejo que el cisne se una al festín, le doy la vuelta o sigue un nuevo camino a pie?. Ya está, vamos a lo simple, se da la vuelta y sigue nadando. De repente un llanto de niña me reclama. Adiós cisne, hola mundo. ¡Necesito ir en bicicleta!

sábado, 25 de agosto de 2012

¿Por qué Humpty Dumpty?


Humpty Dumpty es el huevo que conocimos en Alicia a través del espejo. El poema que le dio la fama habla de que subió a un muro. Como huevo, o como persona torpe, se puede adivinar que tiene todos los boletos a favor de acabar en el suelo y si cae, nadie podrá componerlo. Se puede saber más en:

Aquí hay una lista de 10 buenas razones para que me guste Humpty Dumpty:

1. Como todo huevo, va siempre bien peinado. Me identifico.
2. Su posición natural de equilibrio es la horizontal. Como yo.
3. Para mantenerse vertical hay que romper ligeramente su cáscara. ¡Eso duele!
4. Le gusta subir a los muros que nos separan porque desde arriba todo es más inestable (nosotros/ellos, izdas/dchas, creyentes/ateos, Israel/Palestinas, separatistas/anexionistas…)
5.  Tiene problemas de equilibrio (como alguien que conozco)
6. Si se cae ya no volverá a ser el mismo.
7. Sin embargo, siempre vuelve a caer.
8. Tienes problemas de lateralidad (¿dónde está mi lado izquierdo y mi lado derecho?)
9. Sin embargo, en las fotos siempre da su lado bueno.
10. Es una de las referencias del blog de José María Tortosa (mundo mundial).
11. En el capítulo de House que lleva este título hay una buena frase que uno siempre querrá oir en un hospital: ¿Quieres un final feliz? Lo siento, no tenemos. 
12. Su cerebro tiene materia blanca (la clara), mientras que el mío también (mielina) y con ambos sé hacer merengue.
13. No le importa si fue antes el huevo o la gallina, sino el “qué será será?
14.  Asume que el futuro será: “whatever will be will be”
15. Cuando te caes y eres un huevo, no tiene sentido pensar en lo que eras. 
16. Conoce el significado del Jabberwocky y se atreve explicarlo a Alicia. Yo, sin embargo, soy capaz de hablar sin sentido y crear un blog para ello, pero no podré explicarlo.
17.  Roto es más útil que entero (tortillas, pasteles, batidos), pero es menos íntegro.

Llevo 17, vaya, espero que al menos 10 sean buenas razones. Si no, da igual.